Tengo en casa una abuela de 96 años. La mujer se encuentra en la actualidad en un precario, muy precario estado de salud. Entre mis padres y yo nos ocupamos de ella. Ella es la ama de mi ama y esta última está sometida a una gran presión por esta situación. Además de la asistencia que hay que dispensarle en el más estricto sentido de la palabra, verla en un estado tan flojo le está suponiendo a mi madre una gran afectación emocional.
Desde mi posición profesional de Educador Social, no sé muy bien qué más puedo hacer. En un principio (cuando mi abuela estaba mejor), orienté (a mis propios padres) a llevarla a una residencia, pero los principios morales de mi ama impidieron que esta iniciativa fructificara. Después, nos hemos informado acerca de la nueva ley de la dependencia y ahí estamos.
Por lo demás, como os digo, no sé qué más puedo hacer, sobre todo desde esa perspectiva profesional. No sé yo cómo estará contemplada nuestra figura en este ámbito de la Tercera Edad. Las primeras prácticas que realicé como Educador en la universidad fueron en una residencia de ancianos. Reconozco que la experiencia fue más bien negativa, pero desde la distancia que dan los años quiero pensar que a ellos (los responsables de la residencia) la inclusión de este nuevo profesional en su centro les pilló de sopetón y, realmente, no tenían bien estructuradas las funciones que los Educadores Sociales podíamos desempeñar en dicho lugar.
Por ello, en la actualidad, me resultaría interesante conocer qué se trabaja con este colectivo, a qué niveles, cómo se nos contempla, etcétera.
También me gustaría invitaros a que opinaséis sobre la Ley de la Dependencia y, en general, sobre todo lo que pueda relacionar los dos grandes conceptos del título.
En fin, quizá este post sólo haya sido una fórma más en la que expresar la situación que estamos viviendo en casa, un recoveco más, el de este foro, que se ve impregnado de mi cotidianidad. Sea como fuere, no pretendo tampoco obtener aquí respuestas condescendientes por parte vuestra. Simplemente, abro otra vez el abanico de la Educación Social para que nos acordemos de los diferentes campos presentes en nuestra profesión.
Por el conocimiento que tengo de este campo, mas bien reducidisimo y muy puntual, con varias visitas que realice a una residencia.
Puedo comentar, que el Educador Social, sin ser una figura del todo reconocida en este ambito (tampoco es cuestion de estar en todos sitios, si nuestra figura no se ve bien plasmada en la realidad profesional encomendada) , si es un profesional que bien puede ejercer su profesion junto a otros compañeros/as, tales como las Trabajadoras Sociales (gestion administrativa y familiar de las personas alli residencializadas), los psicologos (trabajo de terapia grupal, estimulacion del recuerdo, …), Fisioterapeutas ( ejercicio de mantenimiento y rehabilitación fisica), Animadores Socioculturales (este podría ser un poco tambien nuestro perfil) y las/los profesionales mayoritarios de la rama mas asistencial y/o sanitaria: Auxiliares de Geriatria y enfermeras.
Atencion a nuestra figura, y su mas que posible incorporacion al mundo de los pisos o apartamentos tutelados para personas mayores. Una especie de coordinador, supervisor de una serie de unidades residenciales para este tipo de personas, que aun pueden realizar una vida mas o menos normalizada, pero con una pequeña ayuda o servicios de acompañamientos y Ayuda a Domicilio.
PD: Mi asociacion, tambien trabaja en proyectos de tercera edad, y tiene un lema: » En casa mientras sea posible, en la residencia cuando sea necesario «. Tu madre Lucce, lo sabía bien….
Quien más quien menos tendrá que recurrir a las prestaciones que ofrecerá esta Ley en los próximos años de implementación, a no ser que en los próximos meses se produzca un giro copernicano al respeto. De momento, y des de mis conocimientos estándar como ciudadana, esta ley me plantea diferentes reflciones, con sus puntos fuertes y débiles.
1. Regularización de nuevos hilos de ocupación en la atención a la tercera edad, un sector laboral descuidado hasta el momento.
2.No sé si en todas las CCAA existe la misma coordinación territorial entre administraciones, que permita una transferencia fluida de los presupuestos y coordinación multidisciplinar entre los agentes.
3. Gran ley de universalización de derechos sociales con minucias en su aplicación práctica. Con esto me refiero, a la poca planificación que ha habido en administraciones locales al respeto… El ejército de ladrillos de centros de día, residencias, etc… tendría que estar ya más que aprovado en la planificación urbanística de todos los municipios. De qué sirve si tienes derecho al grado X de dependencia si por ejemplo tienes un centro de día a 30 Km para llevar un familiar?
3. Descarga saludable para las famílias afectadas. Esto representa afrontar con más serenidad cualquiera de las enfermedades por las cuales se pide ayuda.
4.Reconocimiento social de la generación de los 50-60 ( que han asumido muchas de las tascas de apoyo a enfermos durante todo este tiempo.)
PD: de momento,y por lo que a mí me atañe,sólo podemos dar el máximo cariño a abuelos y abuelas existentes siguiendo lo dicho por Asier: en casa mientras sea posible, en la residencia cuando sea necesario ( y añadiria) «pero siempre repetando la voluntad del afectado/a».