“Joven psicóloga muere degollada por una paciente en San Juan de Dios, Palencia”
Violeta Guarido Rivera fue asesinada al comenzar su jornada de trabajo por una paciente que tenía odio contra ella y contra su compañera psiquiatra, pero la fatalidad hizo que esa mañana fuera la última para ella.
Al leer esta noticia, he puesto los pies en la Tierra, cuando en nuestra carrera profesional estamos tranquilos y acomodados, parece que se nos aparta la idea de peligro, de que no nos va a pasar nada, pero todas las personas que trabajamos en el ámbito de lo social-sanitario, no nos podemos olvidar de que trabajamos con y para las personas, y que estas como muchas otras, pueden convivir con problemas o dificultades, pasando a ser en ocasiones foco de ira o sufrir agresiones por parte de esos mismos.
Somos conscientes de que tenemos posibilidades de sufrir agresiones, pero con los recortes esas posibilidades aumentan, por ejemplo, cuando los ratios no se cumplen, y un educador se tiene que hacer cargo de más personas de las que se puede ocupar y atender correctamente.
¿Por qué tenemos asumido que en nuestra carrera profesional podemos sufrir algún tipo de agresión y no corregirlo o poner remeció a esa fatalidad?
Nuestra profesión está catalogada como una profesión de poco riesgo, y debería de catalogarse como profesión de riesgo, porque estamos en constante contacto con personas con todo tipo de problemas, y no tenemos ningún tipo de protección ante posibles agresiones, sólo nos sirven las contenciones, en el caso de que nos dé tiempo.
Lo que más duele es que una compañera muera asesinada a manos de una paciente, y que esto se quede en el olvido, que no haya ningún tipo de cambio para poder mejorar la seguridad de los empleados y esto no vuelva a suceder.
Tenemos que luchar porque nuestros derechos se cumplan, porque la seguridad de los centros aumente y que las leyes o decretos se cumplan a raja tabla. Los ratios no son sólo un número, los ratios son seguridad y por tanto calidad en un servicio para todos los ciudadanos que lo integramos.
como sanitaria estoy viendo que ahora los familiares de los pacientes se consideran con todos los derechos pero ningún deber
derecho a insultarnos, agredirnos verbalmente, a demandar todo aqui y ahora que para eso te pago, estamos desprotegidos por la dirección porque siempre el cliente tiene razón.
HACE AÑOS NOS CONSIDERABAN ALGO, NOS TENÍAN MAS RESPETO
CLARA ,ME HA GUSTADO TU ARTICULO , SIGUE ASÍ.
La clave de la seguridad en nuestro trabajo es la ratio entre educadores y usuarios. Si no se cumple, empiezan los problemas.
Así de simple.
http://www.diarioeducadorasocial.blogspot.com