Hace un mes mi amigo y compañero Asier me pedía que colaborase con Educablog, escribiendo una reflexión sobre la educación social, nuestra profesión. En ese momento, no podía porque tenía unas obligaciones personales que me mantenían bastante ocupada. Ayer volvió a decírmelo y le dije que las obligaciones seguían ahí pero que había otra realidad que afrontar: no estoy conectada con la Arantza eduso. Así se lo dije, con la sinceridad que le debes a la gente que quieres y a ti misma.
Me enfrento a la página en blanco con esa certeza, en parte como deuda de gratitud a los compañeros que forman educablog, este portal que siempre sentí como mi casa; en parte como ejercicio personal de introspección y reflexión. Es cierto, últimamente me siento muchas cosas antes que educadora social. Me siento mujer, mujer que se acerca vertiginosamente a los 40 años sin hipoteca, sin alianza en el dedo y sin hijos (esto daría para otro artículo); una mujer que ha transitado por una serie de acontecimientos vitales en los últimos años que le han cambiado completamente las prioridades. No, no soy solo educadora social ni me va la vida en ello como me iba a los veinte y acababa de salir de la facultad con la ilusión de cambiar el mundo. Cambiar el mundo… qué pensamiento tan prepotente, si me permitís decirlo. ¿Quién me creía que era yo para cambiar el mundo? Creía que mi profesión era la más importante y necesaria de todas y, perdonadme la honestidad brutal, pero hoy no lo creo. Nuestra profesión es necesaria, es cierto, pero no más importante que la de magisterio, la de enfermería, no más necesaria que la profesión de los-as agricultores-as, los-as transportistas o los-as trabajadores-as de supermercados.
No sé si se trata de cumplir años, de llevar dos años viviendo sola alejada de la civilización o si ha contribuido la pandemia a este cambio de miras personal pero huyo de muchas certezas que antes tenía. Y no me siento culpable. Me sigue gustando mi trabajo, por supuesto, sigo creyendo en él a pesar de las trabas cotidianas y de los fallos del sistema, a pesar de los Haches que han quedado en el camino. Sin embargo, ahora salgo del trabajo y desconecto y cultivo otras pasiones: la cerámica, el teatro, la lectura, la música, el cine… Salgo del trabajo y dejo de pensar en él. Salgo del trabajo y me quito las gafas de educadora social, con las brasas que yo daba (y no nos engañemos, sigo dando de vez en cuando) y me dedico a otras prioridades, las que tengo ahora: la salud, la familia, las amigas, la programación cultural de mi región. No os voy a engañar, mi profesión ya no es mi primera prioridad, ni siquiera la segunda.
¿Y sabéis lo paradójico de esto? Creo que ahora soy mejor educadora social que cuando hace quince años me ponía el “disfraz” de súper eduso.
MARAVILLOSO! Difícil encontrar una reflexión tan sincera.
Refleja carisma, profesionalidad, honestidad y valentía.
Si existiese en este mundo más personas como Arantxa el mundo sería distinto. Alguien que se sacrifica por los demás, sin querer medallas halagos.
Enhorabuena!
es lo que tiene vivir en un pais podrido y corrupto, se dice que se quiere solucionar un problema serio
y en realidad, ya ves que no solo no se quiere solucionar, sino que ese problema se ha creado a drede y se quiere que vaya cada vez a peor
por eso, los estudios para educacion social, cura, etc etc…. es decir, para AYUDAR A LOS DEMAS, SIEMPRE SON DE PAGO
prefieren que seas un currela (que tampoco, porque te enseñan mal o ni te enseñan, pero eso no lo ves en la FP, eso lo ves cuando haces las practicas y cuando intentas buscar trabajo), a que ayudes a los debiles
***********
a mi, lo que me hizo pensar en los demas, fue cuando empezo lo del alcoholismo juvenil (sobre 1995), que casi de repente, empezo a emborracharse toda la juventud, y hasta hoy, asi se ha quedado
me sento fatal la primera vez que lo vi (llegue a llorar), tenia casi 15 años, y veia que de golpe toda la gente joven se alcoholizaba, cosa que un año antes era impensable
en cosa de 1-2 años TODOS, el 100%, eran ya borrachos
y eso supuso mi soledad absoluta: o solo, o mal acompañado (borrachos, por no hablar de drogas y sexo)
pero no podia hacer nada (hay respuestas mias de hace ya muchos años en entradas antiguas, de hara ya mas de 10 años, explicando mis problemas, que por supuesto no se ha solucionado nada ni es posible)
y ahora ya como esta todo, a buenas horas, veo LAS CONSECUENCIAS de todo aquello: a los que veo por ahi, les veo mal, se les ve que el alcohol-drogas-sexo les ha hecho mella, a unos mas que a otros, pero TODOS estan tocados
y a mis 42 asquerosos años, despues de haberme esmerado muchisimo para 0 resultados, me veo como un viejo acabado de la vida
y por lo que leo que escribes, se ve que tu tambien
¿¿y porque no puedo hacer nada?? porque NO SE QUIERE ENSEÑAR, y si se quiere, siempre es de forma MUY PRECARIA, de forma que SOLO LOS MAS LISTOS Y LOS MAS SUPERDOTADOS sean los UNICOS que puedan aprender, y por lo tanto, trabajar
y tu, te comportas asi porque SABES PERFECTAMENTE que los de siempre (ver respuestas antiguas mias) no quieren solucionara nada
los de siempre quieren DESTRUIR ESTA SOCIEDAD DEFINITIVAMENTE, devolviendola al tercer mundo, como antes de los años 50
VERDADERAMENTE, CASI PREFERIRIA NO HABER NACIDO